Sandra Andreoletti Psicóloga
Ataque de pánico o de ansiedad
Quienes padecen trastornos de pánico, experimentan sensaciones súbitas de terror sin motivo.
No pueden anticipar cuando les va a ocurrir, por eso tienen una continua preocupación y angustia de que en cualquier momento se va a presentar otro ataque.
Cuando llega un ataque de pánico, lo más probable es que la persona sufra palpitaciones y se sienta sudoroso, débil o mareado.
Puede sentir cosquilleo o entumecimiento físico y posiblemente se sienta sofocado o con escalofríos. Puede experimentar dolor en el pecho o ahogo.
La persona puede, en realidad, creer que está sufriendo un ataque al corazón, que está perdiendo la razón o que está al borde de la muerte. El ataque puede ocurrir a cualquier hora y dura de dos a diez minutos.
Un trastorno así, si no se atiende, puede llegar a causar invalidez.
El trastorno de pánico puede engendrar fobias relacionadas con lugares o situaciones donde los ataques de pánico han ocurrido. Por ejemplo, si la persona experimenta un ataque de pánico en un elevador, es posible que llegue a sentir miedo de subir a los elevadores.
Existe un alto riesgo de que estas personas desarrollen un trastorno de agorafobia. Sin embargo, un tratamiento oportuno puede detener el progreso de la enfermedad.