top of page

Ataque de pánico o de ansiedad

 

Quienes padecen trastornos de pánico, experimentan sensaciones  súbitas de terror sin motivo.

 

No pueden anticipar cuando les va a ocurrir, por eso tienen una continua preocupación y angustia de que en cualquier momento se va a presentar otro ataque.

 

Cuando llega un ataque de pánico, lo más probable es que la persona sufra palpitaciones y se sienta sudoroso, débil o mareado.

 

Puede sentir cosquilleo o entumecimiento físico y posiblemente se sienta sofocado o con escalofríos. Puede experimentar dolor en el pecho o ahogo.

 

La persona puede, en realidad, creer que está sufriendo un ataque al corazón, que está perdiendo la razón o que está al borde de la muerte. El ataque puede ocurrir a cualquier hora y dura de dos a diez minutos.

 

Un trastorno así, si no se atiende, puede llegar a causar invalidez.

 

El trastorno de pánico puede engendrar fobias relacionadas con lugares o situaciones donde los ataques de pánico han ocurrido. Por ejemplo, si la persona experimenta un ataque de pánico en un elevador, es posible que llegue a sentir miedo de subir a los elevadores.

 

Existe un alto riesgo de que estas personas desarrollen un trastorno de agorafobia. Sin embargo, un tratamiento oportuno puede detener el progreso de la enfermedad.

bottom of page