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Los objetivos de la terapia

El ejercicio profesional de la Psicología tiene entre sus objetivos la promoción del bienestar,  la salud, la calidad de vida y la plenitud del desarrollo de las personas y de los grupos, en los distintos ámbitos de su vida individual y social.

 

En el ámbito de la intervención, la terapia psicológica pretende el tratamiento de los trastornos o problemas (es decir, la desaparición o alivio de los mismos), pero también se plantea la adquisición de habilidades generales favorecedoras del bienestar y la adaptación futura de la persona.

 

Algunos de los objetivos que persigue el proceso terapéutico, teniendo en cuenta que estos variarán en función de la demanda:

  • Lograr un equilibro y un bienestar emocional.

  • Reforzar la autoestima y la confianza en sí mismo.

  • Estar y vivir en el aquí y ahora.

  • Reconocerse y aceptarse como un ser único, en tanto: cuerpo, emociones y pensamientos

  • Permitirse actuar de manera espontánea y creativa, en lugar de repetir conductas automáticas.

  • Confiar  en la propia capacidad  y recursos para resolver situaciones. Potenciar y crear estos recursos.

  • Fomentar encuentros sanos con el otro, en lugar de esclavizarse en vínculos tóxicos debido a la dependencia emocional.

  • Cerrar situaciones inconclusas que no permiten  estar en el presente.

  • Comprometerse y responsabilizarse de si mismo y la propia felicidad.

 

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