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Orientación Vocacional

¿Alguna vez te pusiste a pensar sobre las distintas decisiones que tomás cada día, casi sin darte cuenta?

 

“Tomar una decisión consiste en elegir una opción entre dos o más alternativas que se presentan para resolver una situación”.

 

A lo largo de la vida estamos continuamente tomando decisiones sobre muchas cosas.
Cuando somos niños, nuestros padres toman por nosotros las principales decisiones sobre cosas que nos afectan directamente.

 

Pero a medida que nos hacemos más independientes, vamos asumiendo la responsabilidad de resolver nuestros propios asuntos.
No todas las decisiones son iguales. Algunas son fáciles de tomar, por ejemplo cuando  tenemos que resolver asuntos  que no son tan importantes  para nosotros.

Otras veces nos encontramos con situaciones complicadas o problemáticas y de lo que decidamos puede depender nuestro bienestar, la relación con los amigos, con la familia, e incluso nuestro futuro. Por eso, deben hacerse de forma meditada y responsable. Así por ejemplo, elegir que carrera seguir al finalizar el colegio puede convertirse en una situación difícil de afrontar.

 

Lo que debes saber antes de decidir tu futuro profesional


La elección profesional es una de las tareas importantes a la que debemos enfrentarnos al terminar los estudios. Suele vivirse con tensión ante el temor que conlleva el miedo a equivocarnos y la inseguridad que producen los cambios en la vida.

Pero en no menos ocasiones, no se valora lo trascendente de esta decisión y son muchos los jóvenes que acaban estudiando carreras que no tiene nada que ver con sus propios intereses y habilidades. Carreras que por lo general terminan abandonando o ejerciendo en medio de sentimientos de frustración.

 

Ante la interrogante “¿Y ahora que voy a estudiar?”surge otra pregunta: ¿Cómo tomar la decisión correcta? Si bien no hay recetas infalibles, antes de embarcarte en esta elección, debes buscar cuál es tu verdadera vocación, aquella profesión en la que realmente serás bueno.

Pero a medida que nos hacemos más independientes, vamos asumiendo la responsabilidad de resolver nuestros propios asuntos.

No todas las decisiones son iguales. Algunas son fáciles de tomar, por ejemplo cuando  tenemos que resolver  asuntos que no son  tan  importantes para nosotros.

 

 

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